Como dice hoy Fulgencio F. en su artículo de la Nueva Crónica de León «La mirada de Rafa Guijosa cuando los árbitros ya se iban fue un discurso más largo que cualquiera de los de Fidel»

Nosotros nos quedaríamos con la mirada de nuestros aficionados.

 

El escaparate que ayer se vivió, a nivel nacional, con las cámaras de Movistar + como testigos de una ciudad entregada al balonmano, no fueron suficientes para hacer entender que hoy, sin el Abanca Ademar León en la final contra el FC. Barcelona, será muy distinta.

 

Quien más pierde, con una final falta de la emoción local y una afición entregada, es el Balonmano.