Cerca de 50 empresas del Grupo de Empresas Ademar, (GEA), patrocinadoras del Club ABANCA Ademar, realizaron un viaje el pasado sábado a la localidad riojana de Haro, para conocer las Bodegas Ramón Bilbao, empresa que recientemente ha firmado un acuerdo de colaboración con el primer equipo.

 

La visita giró en torno al vino, por lo que la delegación fue recibida, en la sala noble de la bodega, por el enólogo de la firma, el cual guio a los asistentes en una cata que comenzó por el blanco Ramón Bilbao, seguido por su tinto reserva de 2011.

 

A continuación conocieron y degustaron los vino de la última cosecha, visitando la sala de depósitos que albergan los blancos, rosados y tintos aún en proceso de vinificación, incluso degustaron vinos aún sin filtrar, una experiencia que pocos de los visitantes habían podido tener, y en la que pudieron apreciar sobre todo los expresivos olores del vino “en rama”.

 

Pasaron después a la sala de barricas, donde miles de estos recipientes de madera atesoran los caldos más mimados de Ramón Bilbao, los crianzas y reservas tan apreciados por los amantes del vino.

La visita subterránea, termino en el “santuario” que tienen dedicado al fundador de las Bodegas,  D. Ramón Bilbao, donde se guarda parte de la primigenia bodega y utensilios y barricas en las que comenzó, en 1924, la andadura de esta afamada bodega.

 

La visita termino con una comida, invitación de la propia bodega a la delegación marista, en la que se degustaron distintos platos típicos de la zona de Haro, entre los que destacaron puerros a la vinagreta, las patatas a la Riojana, las chuletas de cordero a la parrilla, con leña de sarmiento, acompañados con excelentes vinos de Rioja, un blanco y un tinto reserva de Ramón Bilbao, así como un D.O Ribera del Duero, Cruz de Alba, un cuidadísimo e insuperable caldo que la misma bodega elabora en Quintanilla de Onésimo.

 

Ambas partes se entregaron obsequios, destacando la botella mágnum de Ramón Bilbao reserva de 2011, que cada uno de los expedicionarios ademaristas recibieron, entregando el Club sendas camisetas y bufadas a los anfitriones.