Cuando uno forma parte de un club, pensamos que solo es por la afición a ese deporte, por la categoría en la que juegan, por los deportistas que componen el equipo, o simplemente porque es una vía de escape para los fines de semana.

Sin embargo, este sábado el Abanca-Ademar, el club del que soy el socio nº 965, junto con mi familia, me ha demostrado que ellos sí que son “más que un club”. Han mostrado su faceta más solidaria con unos trabajadores que estamos pasando por lo que podíamos decir, el peor momento de nuestras vidas. Mis compañeros de Everest, vivimos pendientes de una solución que permita continuar desarrollando nuestro trabajo en una empresa con más de 50 años en nuestra provincia. En estos momentos, nuestro querido Ademar, ha demostrado ser un club con alma y corazón, y ha querido apoyarnos en esta tarea.

Gracias Ademar, porque desde el primer momento todo ha sido predisposición hacia nosotros. Gracias por ese cariño demostrado por parte tanto de la directiva, como de los trabajadores, como sobre todo de esos jugadores y equipo técnico, que día tras día luchan por llevar el nombre de nuestra ciudad, por todo el mundo. Gracias por vuestro apoyo y solidaridad con nuestra causa.

Me siento orgulloso de formar parte de la familia ademarista y con vuestro permiso quiero hacer nuestro vuestro grito antes de un partido. Si vuestro grito es ADEMAR A LUCHAR, los trabajadores de Everest decimos EVEREST A LUCHAR.

Gracias ABANCA-ADEMAR, en nombre de todos los que estamos jugando el partido más importante.

Laureano López Pardo